Manifiesto poético

"Farol encendido en mitad del agua"

Una idea loca, dijiste.

Y la lanzaste al mundo como quien enciende un farol en mitad de la niebla.
Nacimos en un tiempo suspendido.

Cuando los abrazos se volvieron recuerdo y el mundo parecía achicarse, hicimos un gesto simple y radical:

abrir una hoja en blanco y decir: aquí estamos.

No venimos a explicar la realidad.

Venimos a tocarla con la mirada.

A encontrar lo que se oculta en los fragmentos.

A resistir haciendo. A respirar juntas.

A hacer visible lo invisible.

Así nació Feem.

De la urgencia y del deseo.

De la intuición y del juego.

Del coraje de mirar distinto.
 

No fue fácil. No lo es. No lo será.

Pero estamos acá. En ronda. En movimiento.

Cada imagen que compartimos es semilla y espejo.

Cada fotografía, una promesa de mundo. 

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Somos imagen que late.

Puente tendido entre soledades.

Refugio que abriga el temblor y el deseo.

Una revista, sí.

Pero también: un tejido.

Cada edición es un umbral.

Cada convocatoria, un abrazo extendido.

Cada proyecto fotográfico, una semilla que pide ser mirada.

No ilustramos el mundo:

lo atravesamos con la cámara como testigo,

como escudo, como rito.

Estamos hechas de dudas, de juegos, de memoria.

Nos habita la ternura y la rabia.

Lo invisible nos convoca:

lo que duele, lo que cura, lo que no se dice.