VERA LECKO
ENFOQUE SUAVE
Yo fotografía
Escondido mi rostro bajo el cabello,
que caía sobre el costado de mi ojo,
espío por un orificio.
Ojo que viaja en el tiempo, se extiende, se alarga.
Trasciende hasta alcanzar tu luz. Pestañeo.
Te encuentro en el brillo de tus ojos.
Bajo por la nariz, la mueca de la boca me cuenta un secreto.
Y en vez de obturar, te encontré, me guardé ese secreto.
Entre recorrida y mirada, mientras conversamos de cómo estaba el clima,
cómo fue la última reunión en un bar, un paseo por la ciudad;
te pedí que hagas como si, - ahora mirá sobre el costado de mi hombro, vos seguí contándome!- Y tu secreto entre pupilas iluminadas tuyas y mías,
se convirtió en el instante que robé en expresión.
La que relatara al inconsciente ese ínfimo momento,
esa chispa de pensamientos construido, reflejado,
y ahora impreso teñido entre luz y sombras el volumen de ese relato.
No es ese relato de ida y vuelta capturada solamente.
Porque no sólo "te encontré instante", encontré un "Yo".
Porque me dí cuenta que al espiarte
y escondidos ambos a cada lado de la lente, re-tratarte,
te conocía y a la inversa, empezaba a tratarme y a conocernos.
Y en ese acto de conocimiento,
construcción y "graphya" fuimos haciéndonos Historia.
Vos con la tuya, yo con la mía.
Plasmado tu gesto y tus secretos, se fue hablando de mi mirada.
Y mientras imprimía mi lectura de la tuya,
más gestos, más miradas, más bocas, más manos, más los conocía.
No a vos, a ustedes.
A todos esos retratos que sacaba.
Estudiaba nuestro ser (y hacer), y mostraba al mundo silencioso,
pero sediento de observación y fisgoneo,
historias de antropología de nuestras vidas.
Nos lanzamos animándonos a dejar historias mínimas en detalles que vemos,
nos sentimos como una herramienta de inteligencia real con alma... y luz.
Que se decodifica cual "sensor-i-al-mente" y que quiere y necesita decir.
Un algo, o el todo.
Algo así como cuando decía que se imprime,
y que necesita usar también las sombras.
Que si fuera blanco y negro nos gusta incluir todos los grises.
Sin matices.
Nos lanzamos porque necesitamos explorar y hacer conocer,
así como la antropología (la búsqueda) o el psicoanálisis (inconsciente) de la historia.
Porque en ese encuentro donde estamos, a ambos lados,
empezó una, u otra parte de la comunicación.